En días pasados, nuestro corresponsal Leonardo “El Pando” González Escalante, se llevó tremendo susto al ser detenido en la carretera libre a la altura del crucero al puerto de San Blas, por hambres cubiertos del rostro y portando armas de grueso calibre, los que le hicieron saber casi de inmediato pero ya después de que había soltado una mancuerna de “pedos”, que se trataba de una revisión de rutina por parte de efectivos de la Policía Federal.

“Ya me veía yo torturado, violado y hasta desaparecido en ácido por quienes creí eran sicarios de algún cartel de la droga, por lo que les hice saber a esos agentes, en mi calidad de reportero, que cuando menos la policía en México debería traer el rostro descubierto y colocarse en la ropa y de manera visible credenciales de la corporación policíaca a la pertenecen, y hasta eso, se me atendió y luego hicieron que prosiguiera mi viaje por esa carretera, llegando posteriormente a Ruiz para entregar este reporte a CORREO DEL PACIFICO, vender el agua de garrafón y mandar lavar las trusas y el pantalón que se mancharon de apestoso y pegajoso desecho corporal humano que involuntariamente expulsé de mi zona intestinal, o sea que me cagué”.

De esta manera “El Pando” narró su mala experiencia del día, agregando que a nombre de las miles de víctimas que como él, con la sola presencia de hombres encapuchados y armados se hacen pipi y popó, pide a las autoridades tomen cartas en el asunto y den tranquilidad a quienes viajan por nuestras carreteras y son objeto de estos grandes sustos. (Redacción).