En un acto de increíble sinceridad, mi colega “El Chaparro Malditón”, me confesó un secreto que no le cabía en su cómoda estatura y que me pidió no divulgara, lo que para mi es más que imposible, primero por mi actividad comunicativa, y segundo porque al que le gustan los chicharrones de ver un puerco suspira. Entre sollozos y muy en secreto, “El Chaparro Malditón” inició su relato: “Fíjate FOMA que en mis últimas borracheras, las que son diarias, al ir por la noche en estado ebrio a mi casa, allá por la colonia La Zahúrda, no recuerdo como llego, y otro día mi señora me cuenta que llego bravo de la cantina, y que de mi ronco pecho sale un concierto de mentadas de madre a todo el vecindario, y que en mis ofensas malditonas digo: “Pinche vieja culona de doña Juana y la nalgona de Petra”, y de ahí pa delante empiezo con mis malditeadas, lo que ya hizo que los maridos de esas viejas culo de equipales me anden buscando como a “Juan Charrasqueado” para echárseme todos en bola y pegarme una buena chinga, y no hallo que hacer, mi FOMA, pos yo soy malditón de hocico y bravo para criticar en el CORREO DEL PACIFICO, pero de eso a ser valiente, ni pensarlo”, dijo angustiado “El Chaparro Malditón”, el que me pidió no platicara su tragedia de borrachera, y yo soy una tumba para guardar secretos, pero en esta ocasión le estoy dando una sopa de su propio chocolate, ¿a poco no? P.D. Cuídate Chaparro Malditón que por hay te andan buscando. ¡Te doblas!… Y hasta la próxima.