Mujer de temple, alegre, devota cristiana, muy al estilo de las damas costeñas, es sin duda la señora Dolores García Durán, burócrata por poco más de 40 años, ya que se inició en la burocracia en la administración del ingeniero Luis F. Pérez Pérez (1975-1978), pues comenzó a laborar a la mitad de ese trienio. “Lolita” inició su base en el Registro Civil, y a los pocos años pasó a la tesorería donde se desempeñó por muchos años, ya que en el XXIII Ayuntamiento que presidió el popular “Güero” Adalberto Peña Maldonado, fue electa regidora. En esa administración, 1992-95, falleció el alcalde y por más de un año fue presidente municipal el licenciado Luis Eduardo “El Bofe” Castillo Tirado. Lolita casó con Ignacio Cabrera, con el que procreó varios hijos a los que dio personal atención, ya que tras el fallecimiento de su esposo se hizo cargo de ellos y fue padre y madre a la vez. Los años en el desempeño de su trabajo no fueron fáciles, pues al llegar la primera administración del repudiado Eduardo “El Gordo” Valenzuela en el trienio 1999-2002, tuvo duros enfrentamiento con la burocracia, y de ahí en delante vino el divorcio de los trabajadores con las administraciones siguientes, habiendo lucha permanente, hasta hoy que llegó por voluntad popular el Dr. José Octavio Olague Avena, el que pese al endeudamiento que le fue heredado por anteriores gobiernos, con toda la buena voluntad aceptó llevar a cabo la jubilación a tan dinámica y ejemplar burócrata, como es Lolita García, la que goza del cariño de sus compañeros de trabajo, y en este caso del alcalde que hizo justicia laboral a Lolita García. Por medio de estas líneas me uno al festejo de la ya jubilada trabajadora al servicio del estado y municipio, la que volvió en sus últimos años de servicio donde inició sus labores, que es el Registro Civil, donde fue responsable de la caja. ¡Felicidades Lolita!… Y hasta la próxima.