Si que está duro el calor en la costa, y más en el pueblo de Tuxpan donde casi no llueve porque aseguran que el rancho está lleno de putarracos.
Hay gente, como el líder natural del mercado municipal Julio César Pérez Quevedo que aseguran que no, que los que hay en la actualidad son los mismos que se tienen en el rancho desde hace muchos años y se han tenido varias inundaciones, por lo que deduce que la falta de lluvias es por otra causa más natural.
“Cada vez hay menos árboles, ya no hay bosque de palapar y seguimos contaminando y acabando con el río, lo que afecta a la naturaleza”, dice este burro sabio.
Y cualquiera que sea la causa de que se eleve en mucho la temperatura, la gente lo sentimos, más cuando traemos los huevos pasados por agua de tanto sudar y sin tener la menor oportunidad de ir a refrescarnos a la cantina, en la que los dueños no nos fían ni un peso.
Resentimos el calor y lo soportamos estoicamente porque estamos bien méndigos, ya que otro fenómeno que nada tiene que ver con tanto puto, es lo jodido que está el rancho, que no hay chamba ni dinero y que nos la tenemos que jugar chingando a quien se deje y cada vez son menos, pues pocos dadores hay en los tugurios.
En estas condiciones damos la razón a nuestros antepasados que ya decían que simplemente para los méndigos no hay gloria, por lo que tenemos que soportar estos calorones como los meros hombres, pues no nos queda de otra…