Son muchos los peligros que se ciernen sobre nuestro país, esto debido a la irresponsabilidad y voracidad de quienes nos han mal gobernado en estas últimas décadas, los que prácticamente nos entregaron a intereses externos al grado que ahora son los grandes capitalistas quienes se sienten dueños de México.
En nuestro país campea ahora la anarquía, ingobernabilidad, violencia, corrupción, impunidad, miseria y explotación, registrándose una enorme injusticia que hace esclavo a quien ha nacido libre en esta tierra en la que ahora dominan los intereses del gran capital mundial.
Los pobres han clamado y votado por un cambio radical de gobierno, porque ahora se les tome en cuenta y se les haga justicia, que se regrese la dignidad a todos los mexicanos y haya líderes que defiendan al país, que regresen la libertad a quienes son explotados de manera inmisericorde, a los que de paso se asesina, secuestra y desaparece.
Mientras que las familias pobres tienen la esperanza de una vida mejor, quienes son privilegiados por el mal gobierno esperan que no se de ese anunciado cambio, y para ello, ya están organizados y luchando, haciendo toda clase de pronósticos para que fracasen las buenas intenciones del próximo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien junto con su equipo de trabajo conformado por mexicanos nacionalistas están consientes que se enfrentan a un verdadero monstruo.
Los ciudadanos que siempre hemos luchado porque haya gobiernos justos en México, que entendemos que en la sociedad se da siempre la lucha entre los explotados y los explotadores, que en el capitalismo se concentra la riqueza en unas cuantas manos y que esas personas con enorme poder económico controlan el gobierno en su provecho, y como además son insaciables, someten a las peores condiciones al resto de la población.
En la actualidad, ese grupo de mexicanos ambiciosos y traidores incluso a la patria, han puesto en grave riesgo a la misma nación, de ahí la urgencia que la próxima administración inicie con la recuperación del país, para lo cual, como ha anunciado el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador, se comenzará por atacar con todas las fuerzas la corrupción que campea ahora en todos los niveles del mal gobierno.
Sabemos que debido a la complicidad de autoridades corruptas, en México se tiene la presencia de decenas de miles de mercenarios extranjeros, que son estos asesinos debidamente entrenados, los que junto con los traidores compatriotas matan, secuestran y desaparecen a cientos de miles de compatriotas, así como el que hay presencia permanente de gente armada, guardaespaldas y sicarios de poderosos empresarios extranjeros que han hecho suyo gran parte del territorio nacional.
Desde hace también algunas décadas, hemos sido invadidos por perniciosa gente de negocio, las que desde el extranjero hacen todo tipo de presiones para explotar nuestros recursos naturales y a los mexicanos sin fortuna, los que se han visto, en el transcurso de muy pocos años, despojados de sus ancestrales pertenencias, quedando en la actualidad en calidad de parias.
La lucha que ya emprendió el próximo gobierno de la República a favor de la mayoría de mexicanos, debe ser apoyada totalmente por quienes nos veremos beneficiados, los pobres, los que tenemos obligación de hacer conciencia sobre la situación en que vivimos y los esfuerzos que se hacen para que volvamos a ser libres y tener prosperidad en nuestro país, pues solo entendiendo la lucha de clases los conservadores y los grandes empresarios no nos harán dudar, pues como decía el finado líder campesino tuxpense Bartolo Ornelas Corona, “el pleito no es con un niño”, pues los ricos que ahora dominan todo el territorio nacional se sienten desplazados y comienzan una permanente campaña de desprestigio para hacer fracasar la lucha reivindicadora y justiciera de Andrés Manuel López Obrador y su equipo integrado por mexicanos nacionalistas, a los que se les cuestiona incluso antes de tomar las riendas de su cargo.