Es imposible ya seguir soportando tanta violencia, inseguridad, miseria y corrupción, problemas con los que los mexicanos de las últimas décadas han crecido e incluso ven como normal, lo que tiene colapsada toda nuestra sociedad.
Nuestra capacidad de asombro incluso está rebasada y por lo mismo, ya vemos como normal el que a diario se cometan decenas de crímenes en nuestro país, que haya funcionarios públicos que descaradamente se roban el dinero público, que los jueces dejen en libertad a toda clase de delincuentes y que los ciudadanos honrados procuren se les haga justicia y nadie les haga caso.
El problema de violencia e inseguridad es tan grande en México, que todos los días hay noticias de brutales acontecimientos, como el que se haya descubierto en Veracruz una fosa clandestina con 140 cadáveres, seres humanos secuestrados, torturados y ejecutados y sus cuerpos desmembrados ocultos en predios en los que hay mucha gente y nadie sabe nada, o como el caso de Jalisco, en el que los cadáveres, casi medio millar, son refrigerados en sacos de plástico para almacenar basura, muchos de los cuales incluso fueron paseados por diferentes municipios, ya que la morgue se encuentra atestada de muertos que nadie reclama y están en calidad de desconocidos.
Lógicamente Nayarit no es ajeno a todos estos dramas, dejándonos atónitos el que se asesine con toda la sangre fría a muchos de nuestros jóvenes sin que nadie mueva un dedo por detener tanto horror, habiendo tibias reacciones cuando las víctimas son personas conocidas, pero de ahí no pasa.
Los abusos de los malos gobernantes, la falta de atención a la población aunado a la miseria, está creando las condiciones para que se comiencen a presentar eventos sumamente peligrosos, incluso más que la violencia que ejercen las bandas del crimen organizado, pues hay comunidades en la que los pobladores muestran su hartazgo haciendo justicia por propia mano, por lo que se han llevado a cabo varios linchamientos de supuestos delincuentes.
Vemos que ya la violencia está comenzando a crear más violencia, que la descomposición social va en aumento, que se siente la incapacidad de quienes nos gobiernan, muchos de los cuales solamente buscan, y consiguen, hacerse de enormes fortunas, sabiendo que jamás serán llamados a cuentas, o que solamente tendrán que soportar algún escándalo, estar algún tiempo tras las rejas para luego salir a disfrutar de todas las cosas buenas de esta vida que se consiguen con dinero.
Los ex funcionarios rateros los vemos todos los días en todos lados, ya que incluso en nuestros provincianos municipios tenemos constancia que alcaldes, síndicos y funcionarios formaron verdaderas bandas de ladrones y luego de cumplir con sus administraciones, por más señalamientos que se les hicieron, se dan la gran vida, pues quedaron impunes y con su botín a salvo.
De ahí para arriba están los ex gobernadores y ya no se diga de los ex presidentes de la República, a los que hasta hoy, todavía gozaban de millonaria pensión, a la que tenían derecho también sus esposas, las llamadas primeras damas.
Y es que nadie llamó a cuentas, por criminales, a ex mandatarios como Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echevarría Alvarez y otros bandidazos, como José López Portillo, Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojoza, los que jamás fueron molestados para nada a pesar que todos los mexicanos sabemos que cometieron infinidad de abusos de poder.
Lo menos que se debió hacer, es juzgar públicamente a estos pésimos gobiernos, dejando testimonio en nuestra historia de su terrible y desastroso comportamiento y que sirva de lección el que se les repudie para que futuros gobernantes no caigan en los mismos errores.
Y es que la impunidad que tienen los corruptos y delincuentes en México, es una clara invitación a que se siga por ese camino torcido cometiendo todo tipo de crímenes, pues la justificación que se dan estos rateros, es que quien no tranza nomás no avanza…