Ahora resulta que los políticos ambiciosos están aprovechando las redes sociales, el internet, para hacerse presentes en la sociedad y exigir ser tomados en cuenta por los partidos, los que esperan los propongan, llegado el momento, como candidatos aún cuando la gran mayoría de sus conciudadanos saben que son verdaderas lacras,
Y es que al parecer, la consigna es que se hagan notar haciendo pública su aspiración a contender por un cargo electoral y seguir insistiendo para que a través de perfiles falsos y otras artimañas que hacen los expertos en redes sociales, los hagan supuestamente populares.
No importa para ello el que sean personajes repudiados en anteriores procesos, como es el caso de Hilario Ramírez “El Layín”, o que se hayan dado la chamuscada de su vida, como sucedió con Manuel Cota, y ni que decir de un Guadalupe Acosta Naranjo, el que se dio la gran vida manejando a su antojo las posiciones “pluris” del PRD en Nayarit, con lo que se la pasó brincando como chapulín de un cargo a otro a nivel federal y en nuestra entidad, solo faltó que como el emperador Calígula, hiciera cónsul a su caballo.
Y es que quienes manejaron partidos y candidaturas en el pasado, se despacharon con la cuchara grande y tuvo que ser el pueblo, que es sabio, el que les marcó el alto, por lo que ahora se requieren de nuevas estrategias para trascender en la opinión pública y por ende, ganar procesos electorales, lo que aprovechan muchos sinvergüenzas para acrecentar su figura, esperando que de esa manera, los dirigentes de los partidos se fijen en ellos.
Esta práctica la vemos también ya en los 20 municipios de Nayarit, en los cuales se proponen aspirantes a presidentes municipales, diputados, regidores y hasta para legisladores federales, pues en el próximo proceso cívico del 2021, se habrá de renovar la Cámara de Diputados de la federación.
En lugares como Tuxpan, Ruiz o Tepic, se manejan ya decenas de personajes como seguros candidatos, algunos totalmente anodinos, lo que ya provocó el enojo de quienes en verdad son reconocidos como orates, en el caso del municipio coquero del simpático y popular Fredy Villela, quien no espera los procesos electorales para decir que él es el presidente y anda viendo obras y detallando la buena marcha del ayuntamiento.
En ocasiones, hay supuestos debates por los pronunciamientos de pillos que ya estuvieron en cargos públicos y robaron a más no poder como es el caso del desatado y conflictivo Eduardo “La Loca” Valenzuela Alba, quien ya fue alcalde coquero en dos ocasiones y se le tuvo que sacar del cargo por la fuerza, ya que pretendía, como el emperador Nerón, quemar al pueblo.
Como luego se dice, a estas alturas cuando aún falta un largo año para que se puedan tener aspirantes en serio y con posibilidades de obtener candidaturas, en las redes sociales circulan encuestas de todo tipo y con personas de todos los extractos sociales, incluso gente que detesta participar en estos eventos políticos, y aún así son subidos a la red para que los vecinos opinen si les apoyan o no, entendiendo que esta práctica es más por diversión que en serio, ya que no son tomadas en cuenta por quienes hacen los registros de los aspirantes a cargos electorales.
Es posible también que ya hayan surgidos vivales que hacen negocio poniendo en práctica estas estrategias para hacer proselitismo electoral, aún cuando todos sabemos que no son los tiempos ni las formas de emprender una aventura electoral, por lo que de paso se están dando una buena chamuscada algunos pretensos a los gobiernos locales.
Hay que señalar también que los verdaderos políticos llevan a cabo innovaciones, buscan ser protagonistas y estar en la menta y boca de todos los electores, a los que quieren tener de su lado para llegado el momento, se les facilite el arribo a los cargos públicos, ya que esta es la pretensión inmediata, pues contrario a lo que dice mucha gente, ellos no van a jugar si obtienen una candidatura, pues son hábiles para negociar y capaces de vender su alma al diablo para ganar un proceso electoral, pues saben y les consta que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.