Obviamente, los mexicanos debemos respaldar la política que emplea el gobierno del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador para enfrentar la propagación del Coronavirus en México, y a nivel local, estar del lado del gobernador, Antonio Echevarría García en las acciones que lleva a cabo para proteger la salud y vida de las familias nayaritas.

       Y es que sabemos que habrá costos económicos muy altos y que este virus provocará, además, la caída de más de un gobernante en el país, pues ya es aprovechado para hacer duras críticas a los funcionarios y figuras públicas, pues se han tomado medidas totalmente necesarias pero nada agradables, las que dicho sea de paso, están ocasionando hambre y desesperación en las familias más vulnerables.

       Por citar solo una de las muchas decisiones que no son nada populares, está el hecho de cerrar las playas del mar en plena temporada de vacaciones de semana santa, y por si fuera poco, en el norte de Nayarit, donde la mayoría de los hombres y muchas damas suelen ir a los centros botaneros, cantinas y marisquerías donde se vende cerveza, se clausuraron, dejando sin empleo a decenas de miles de trabajadores y totalmente quebrados a los dueños de estos giros comerciales.

       Adelantar y prolongar las vacaciones a los alumnos de todos los niveles educativos, también ha traído en Nayarit el desplome en los ingresos de muchos otros empresarios y trabajadores, como es el caso de los transportistas, quienes llevaban a maestros y el personal que labora en todos los centros educativos de sus casas a los centros de trabajo, así como el que ahora muchos choferes de autos de sitio anden solos en las carreteras, pues no hay alumnos a quienes transportar a las secundarias, prepas y las escuelas técnicas que abunda por esta región del norte de Nayarit.

       De no ser porque las tiendas del barrio, comercios populares y muy necesarios siguen abiertos, el desplome de la economía en estos lugares sería total, además que se ha tenido  la buena disposición, hasta ahora, de mantener abiertos al público los mercados tradicionales, en los que se tiene estrecha vigilancia y se aplican medidas sanitarias a quienes ahí acuden a comprar alimentos básicos.

       En la actualidad, a pesar de que todavía no hay crisis severa por esta contingencia sanitaria en nuestro país y nuestros estado, ya que se espera lo peor para dentro de las próxima semanas, tanto el gobierno federal como el de nuestro estado enfrentan duras críticas de algunos sectores de nuestra población, las que incluso atacan directamente al gobierno porque supuestamente aprovecha esta emergencia de salud pública para llevar agua a su molino, promoviendo su imagen ante la opinión pública que lógicamente está atenta a todo lo que rodea al Codiv-19.

       Dicen los detractores de los actuales gobernantes, que la falta de hospitales, personal médico y crisis en todo el sector salud, es por culpa de ellos mismos, ya que jamás atendieron su responsabilidad y la propagación de esta enfermedad a nivel mundial y nacional, los tomó totalmente desprevenidos.

       Aducen también que por esta razón, la falta de centros de salud, personal médico y medicamento para atender a miles de mexicanos que van a contraer el Coronavirus en los próximos días, provocará muchas críticas y movilizaciones de protestas, crisis política que va a cobrar el cargo a más de un gobernante en el país y posiblemente la salida de sus cargos de no pocos presidentes municipales

      Es por eso que se debe reconocer el valor que han mostrado, hasta ahora y aunque lo peor está por venir, tanto el gobierno federal como el de nuestro estado, el que además hace saber a todos los nayaritas, estar dispuesto a jugarse el todo por el todo por el bien de las familias de su pueblo, que primero está la vida de sus paisanos que quedar bien con poderosos empresarios y comerciantes, a los que ha afectado ya, pes se han perdido miles de millones de pesos en lo que va de esta crisis, debiendo reconocer que en Nayarit el problema ha sido mínimo comparado con otros estados, pero aún así, quienes toman las decisiones no están a salvo, ya que el costo político se reflejará una vez pasado el peligro de esta pandemia en nuestro estado.