DEL EDITOR: 2020, UN AÑO PARA EL OLVIDO.

        El año que acaba de pasar, el 2020, fue sumamente difícil para toda la humanidad, la cual enfrentó una de las peores pandemias que se han presentado en toda la historia, para la cual no hay cura, como es el Covid-19, enfermedad que provocó la aparición de un nuevo Coronavirus.

       Obviamente, esta enfermedad trajo consigo enorme tensión internacional, severa crisis económica, y lo peor, la muerte de más de un millón de seres humanos a nivel global a la fecha.

       Es lógico suponer que esta emergencia sanitaria trajo también muchos conflictos en nuestro estado de Nayarit, el que luego de llegar el virus, se tuvo que cerrar algunos municipios y poblados, dejando a muchas familias incomunicadas por decenas de días, pues tuvieron que estar en vigilancia epidemiológica.

       También resentimos severa crisis en nuestra economía, más quienes fueron obligados a dejar de trabajar, como fue el caso de decenas de miles de comerciantes y modestos empresarios, como los que tienen cantinas, bares, salones de eventos, centros botaneros, etc.

        Uno de los sectores de nuestra población que se vio obligados a salir a las calles a buscar el apoyo económico de la población, fueron los músicos, situación que llenó de notas musicales el centro y lugares estratégicos de nuestros pueblos, pues como casi siempre sucede, los mexicanos y los nayaritas en especial, solemos cantar nuestras desgracias.

       Por largos 10 meses, el gobierno y el pueblo de Nayarit ha lidiado con el Covid-|9 y al parecer vamos a continuar con este grave problema, el que ya nos está obligando a llevar a cabo otra estrategia en materia de política electoral, pues lo que no detiene este Coronavirus son los procesos electorales como el que culminará el domingo 6 de junio del recién desempacado 2021, evento cívico mediante el cual se renovará la Cámara de diputados Federales, 15 gobiernos estatales y cientos de ayuntamientos, por lo que estarán contendiendo y haciendo campaña, como la pandemia les de a entenderr, miles de candidatos a todos los cargos de elección popular.

       El ahora viejo año se llevó consigo las ilusiones de millones de jóvenes estudiantes y maestros de todos los niveles de educación, ya que los alejó de los salones de clase e incluso de las escuelas, las que aún a estas fechas permanecen cerradas, cambiando radicalmente la manera de recibir  y dar clases en los ahora solitarios salones.

        La emergencia de salud en la que estamos inmersos y que inició hace ya casi un año, nos ha enseñado a retomar muchas medidas de higiene que ya habíamos olvidado, como el lavado constante de manos, estornudar adecuadamente, dejar de saludarnos de beso, el que incluso algunas personas daban en la mano de personas veneradas lo que ahora sabemos es peligrosísimo para la salud del que lo da o recibe, teniendo que señalar que en el pasado tuvimos épocas en las que utilizamos cubre boca.

        El año que se fue, nos deja otra terrible realidad que deseamos cambie en los siguientes meses, pues por más peligrosa que sea este Coronavirus, al parecer no impacta a los grupos del crimen organizado, pues por más que nos maquillen los números, el gobierno no puede negar que hubo infinidad de delitos de alto impacto, pues fueron constantes las ejecuciones, desapariciones, secuestros y violentos enfrentamientos entre los grupos criminales, dejando de paso a políticos, funcionarios y periodistas asesinados.        De todos estos acontecimientos dolorosos e impactantes para los mexicanos, ninguno se compara con el que tuvimos que enfrentar al perder uno o varios de los miembros de nuestras familias, lamentar el fallecimiento de muchos de nuestros conocidos y amigos, teniendo en los casos de los decesos por Covid-19, que permanecer alejados de sus deudos, a los que por nada del mundo deseábamos contaminar, además de que en la mayoría de los casos los cuerpos de estas personas son incinerados o sepultados de inmediato, tomándose medidas sanitarias drásticas, entre ellas el que no haya asistencia de personas en sus sepelios, lo que nos ha hecho más dolorosa la partida de muchos de nuestros familiares y amigos, por lo que uno de nuestros grandes deseos para el año nuevo, es que termine esta epidemia.     

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