Dicen que la esperanza es lo último que muere, por eso ahora que los nayaritas elegimos un nuevo gobernador, diputados federales, diputados locales, alcaldes y regidores, estamos esperando que se lleve a cabo el cambio prometido, primeramente para los nayaritas más pobres, los que demandamos empleo, seguridad social, atenciones de salud, bienestar y que termine la miseria ancestral que padecemos.

Todo eso y mucho más se nos prometió, incluso el gobernador electo de nuestro estado, doctor Miguel Ángel Navarro Quintero recomendó, en uno de sus discursos de campaña, que los ayuntamientos no compraran en esta ocasión vehículos para las nuevas administraciones, que ahora deberían adquirir tractores para que con esa maquinaria se ayude a las familias del campo a producir más en sus tierras y obtener mayores ingresos, lo que suena sumamente demagógico y nada práctico, pues el campo de nuestro estado requiere de justicia.

La verdad es que nuestro pueblo ha estado todo el tiempo rezagado del progreso y del bienestar, que hemos subsistido en medio de la miseria alimenticia, que muchas de nuestras familias tienen ahora que reducir la ingesta de sus alimentos en solo dos ocasiones al día, pues no tienen para más, pues no hay empleo, las cosechas y productos del campo son acaparados a muy bajos precios por unos cuantos empresarios coludidos con los gobernantes, haciendo con ello un gran negocio que les proporcionan ganancias de muchos miles de millones de pesos, mientras que los productores apenas si tienen para mal comer.

Otro grave flagelo de nuestro pueblo es la corrupción, problema que no se ha reducido en nada a pesar de la cantaleta del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien suele decir en todas sus mañaneras que está en contra de los corruptos, los que vemos por montones ahora en MORENA.

La violencia, criminalidad, drogadicción, alcoholismo y muchos problemas más de nuestra sociedad, siguen creciendo y no se ve que se vaya a reducir solo con discursos y buena voluntad, más cuando vemos que en este cambio hubo participación activa de algunos grupos delincuenciales, los cuales alcanzaron a poner alcaldes, diputados y otros funcionarios que tienen ya cargos de representación popular, pues para nadie es un secreto que se dio abiertamente en Nayarit la narcopolítica.

La gente de nuestro estado gusta de la paz, tranquilidad y seguridad, de ahí que esté en espera que el cambio de gobierno proporcione mayor seguridad a la población, que ya no seamos noticia nacional porque nuestros ex gobernadores y ex funcionarios siempre tuvieron nexos con el crimen organizado, por lo que ahora algunos están en prisiones de los Estados Unidos y otros requeridos por la justicia.

Solía decir el mártir Luis Donaldo Colosio Murrieta, que es a los ayuntamientos a los que acude la gente pobre de nuestros pueblos a demandar apoyo y justicia, que a estas instancias de gobierno se les deben dar todos los recursos para que atiendan y solucionen los reclamos de las familias humildes, las que no tienen recursos para viajar a la capital para ver al gobernador o a su diputado, pues su principal problema es la falta de dinero.

Un alcalde recién electo en el pasado proceso, nos confesó que en los ayuntamientos, a pesar de toda la pobreza que padecen, siempre hay dinero, que no alcanza en las administraciones porque los funcionarios realizan un sinfín de artimañas para robárselo, lo que es una gran verdad.

Hoy ha renacido la esperanza de nuestro pueblo, el que está en espera del arribo de gobernantes honestos, que respondan a los requerimientos que se les hizo en campaña, que nos ayuden creando fuentes de empleo, proporcionando apoyo a las familias que lo requieran, que enfrenten los muchos problemas de salud que padecemos, que busquen la manera de erradicar la corrupción, que combatan la violencia, que nos den seguridad, que ya no permitan tanto pillaje para despojar de su dinero a los campesinos y que haya un verdadero cambio con un gobierno que no practique la corrupción, ya que el ideal que anhelamos muchos mexicanos, es el que cambie el rumbo al país terminando con la explotación del hombre por el hombre con un sistema de gobierno socialista.