Tenía que pasar y pasó, ya que en días pasados, y luego de querer hacer de las suyas otra vez más en el crucero de Peñas, municipio de Tuxpan, un taxista de Ruiz apodado “El Chacua”, le quitó lo bravo y lo golpeador al taxista de la ciudad coquera apodado “El Güero Mariguano”, el que tenía por costumbre golpear a sus colegas del municipio ruicense en ese lugar.
Según hicieron saber algunos testigos presenciales, “El Chacua” llegó a Peñas en su auto de sitio en el que llevaba un pasajero y justo en ese momento se detuvo un autobús de donde bajó una mujer vecina de la colonia Tijuanita, de Ruiz, la cual por ser conocidos, le habló a su paisano para que la llevara a su casa en viaje especial, por lo que el chofer aludido de manera acomedida tomó una maleta de mano de su paisana y se dirigió a su carro, cuando de pronto fue interceptado por su colega de Tuxpan, “El Güero Mariguano”, quien con gritos de ofensas le dijo que ya les había dicho a los choferes de sitio de Ruiz, que ahí no iban a levantar pasaje, tratando luego de agredirlo.
“El Chacua” trató de defenderse y estrelló la maleta de mano en la cabeza de su oponente, el cual de inmediato cayó como regla al suelo, pues ninguno de los contendientes sabía que dentro de la mencionada maleta la mujer traía una pesada licuadora, la que pegó con gran fuerza entre quijada y oreja del “Güero”, lo que fue aprovechado por su contrincante para ponerle una patiza.
El agresivo chofer de Tuxpan no metió ni las manos, y cuando logró incorporarse subió rápidamente a su unidad y emprendió la huida a su pueblo, buscando esconderse de “El Chacua”, el que pensó tenía una derecha más pesada que el boxeador “Manos de Piedra Durán”.
Con esta acción, los taxista de Ruiz, más de una decena, que ya habían sido golpeados por su colega de Tuxpan, sienten que se les hizo justicia, además que ahora, ante cualquier intento de agresión van a llamar a “El Chacua”, el que ya puso en su lugar a este rijoso trabajador del volante que demostró que más vale ser culito para seguir conservando los dientes en su lugar.
Con esto se acabó también el ídolo de los choferes de sitio de Tuxpan, el cual ya no se ha visto desde ese día, menos el auto número 33 de los sitos blanco con azul de la ciudad coquera, pues dicen que este agresivo sujeto hasta el rancho de Peñas perdió después de ser noqueado por “El Chacua”. (Nota de El Pando).