Todo hace suponer que el vacío de poder que tradicionalmente se hace al final de cada administración gubernamental, es la causa que la sociedad en general estemos sufriendo por graves problemas de salud, violencia y miseria en la actualidad en nuestro estado.
Y es que en estos meses previos a la entrega-recepción del gobierno estatal, ayuntamientos y la Cámara de Diputados local, los funcionarios que están al frente de estas dependencias, de plano ya no quieren saber nada de ellas, buscando solamente la manera de dejar el cargo de la mejor manera posible.Y es que hay antecedentes sumamente duros que hacen ver a nuestros actuales gobernantes que dejar cabos sueltos de su paso por el poder, les puede costar muy caro, tal y como sucede en la actualidad con el ex gobernador Roberto Sandoval y su familia, o como ya pasó con muchos ex alcaldes que han ido a parar a la penal y lo peor, regresar parte del botín que tienen en su poder.

Es posible que el poner toda su atención en no dejar ninguna constancia de malos manejos en las administraciones, sea la causa principal de que se pierda todo el interés por gobernar, dejando que las familias sufran por el abandono y desinterés de sus gobernantes, quienes saben que primero está su seguridad y protección del patrimonio que han logrado amasar con tanto sacrificio, el cual está amenazado de antemano si llegan a dejar un rastro de las malversaciones, abusos, corruptelas y malos manejos del dinero del pueblo.

Dicen que para lo limpio, ni jabón se ocupa, pero para acabar con muchas manchas si hay que buscar los detergentes más poderosos, y en el caso de las administraciones públicas, quienes suelen limpiar toda mancha de los gobernantes, son los diputados, regidores y síndico, los que por esa razón todo hace suponer que en la actualidad están presionando a los representantes del Poder Ejecutivo, gobierno del estado y alcaldes, a los que exigen “se mochen” aprobando acuerdos para otorgarse bonos de bonificación por cientos de miles de pesos, el pago de su aguinaldo y otros beneficios que les van a dejar buena parte del pastel que disputan en el Congreso estatal y los cabildos.

La presión es porque todos estos gastos, malos manejos y la aprobación de toda la documentación, tienen que pasar por la Cámara de Diputados y los Cabildos, quienes saben que ya después de terminar su mandato, volverán a padecer los problemas cotidianos de todos sus paisanos, siendo los más duros de soportar los que tienen que ver con la pobreza, falta de empleo y dinero, ya que por su irresponsabilidad, acabaron con la economía de nuestro estado y los 20 municipios que tiene Nayarit.

Y es que aún cuando la ciudadanía habla de 100, 200 ó 400 mil pesos que demandan algunos regidores como pago de bono de fin de la administración municipal, la verdad es que estos “angelitos”, decía el finado ex presidente municipal de Tuxpan Luis Felipe Pérez, podrían alcanzar una suma de dinero bastante atractiva, pues quieren compensación y la parte del aguinaldo del 2021 que les corresponde.

En el Congreso, por su parte, poco se menciona la cantidad de dinero que se llevará cada uno de los diputados que están por salir del cargo, ya que la atención de la población está concentrada en la actualidad en los ayuntamientos, pero se puede asegurar que “la indemnización” que se les dará a nuestros tribunos por no hacer nada a favor del pueblo, será por más de un millón de pesos.

Y como también quienes cuidan a nuestros gobernantes andan ocupados en llevar a cabo sus corruptelas, quienes pagamos los platos rotos somos los ciudadanos que tenemos que sumar, a todas nuestras calamidades, que se nos deje de atender en la presidencia municipal, no podamos entrevistar a nuestro diputado y que regidores, síndico y alcalde, haya cerrado el cajón de los centavos, el que siguen jalando unos y otros pero del que ya no fluye nada a las familias marginadas de nuestro estado, las que deben darse cuenta, además, que en el futuro no deben, por nada del mundo, votar para que nos gobierne un rico o personas irresponsables y ambiciosas que primero ven por sus intereses y no les importa, para nada, el sufrimiento del pueblo.