DEL EDITOR: URGEN SERVIDORES PÚBLICOS.

Una vez que tomaron las riendas de los municipios, algunos alcaldes y la mayoría de los integrantes de su gabinete, se muestran ahora ante la ciudadanía como si se hubieran sacado de lotería nacional y ya no pertenecieran al resto del mundo, por lo que ni siquiera se dignan a saludar a los vecinos.

Algunos de estos afortunados que de la noche a la mañana encontraron trabajo bien pagado donde además mandan y son temidos, de plano andan en plan de retadores y buscan camorra a sus vecinos, demostrando que apenas han subido un escalón y la atura los tiene todos mareados, ignorando además que son servidores públicos, no dueños de una empresa privada que les da la opción de escoger a sus clientes.

Estos tozudos funcionarios van a ser un pesado lastre para las nuevas administraciones municipales, ya que están creando, en unos cuantos días, una pésima imagen a sus jefes inmediatos, los alcaldes, algunos que ni cuentan se han dado que con esos amigos no van a necesitar enemigos para ganarse el rechazo lógico de la población que gobiernan, debiendo entender, además, que más vale un grito a tiempo, por lo que no deben sentirse agredidos por los señalamientos que no tardan en hacerles los habitantes de sus respectivos municipios.

Otros de los servidores públicos que están dejando mucho que desear a más de un mes de haber arribado a su cargo, son los diputados, a quienes no se les ha visto en sus distritos y algunos ni siquiera tienen contacto con la gente que representan, pues toman este encargo como unas merecidas vacaciones en la capital del estado con todos los lujos pagados.

Un ejemplo de total irresponsabilidad en el desempeño de sus labores de permanente gestión a         las familias de su Distrito, es la diputada Any Porras, quien representa el IV Distrito, con cabecera en el municipio de Tuxpan, donde prácticamente es una desconocida que ganó el proceso electoral colgada del candidato a gobernador de Nayarit por MORENA, ya que los electores votaron a favor del Dr. Miguel Ángel Navarro Quintero y los diputados de la alianza que postuló al ahora gobernador nayarita.

Con este tipo de legisladoras y legisladores, la Cámara de Diputados parece en la actualidad un negocio cerrado al público por efectos de la pandemia del Covid-19, al que está  totalmente   restringido el acceso a particulares.

Volviendo a las presidencias municipales, nos encontramos en muchos palacios de gobierno de las cabeceras municipales con personas totalmente desconocidas para los lugareños, a los que se nos hace saber que se trata de profesionistas que llegan a las nuevas administraciones como encargados de las diferentes dependencias municipales, de las que no saben nada, solo que tienen una atractiva quincena y una elevada compensación, lo que los hizo aceptar sin conocer ni a la población ni el puesto que están ocupando.

Según se nos dice a los ciudadanos provincianos, de esta manera se van a tener excelentes resultados, ahora si, pues por décadas no se ha tenido buenos gobiernos locales, lo que ha provocado que en la actualidad , al igual que en el gobierno estatal, la mayoría de los ayuntamientos estén en total bancarrota y endeudados, teniéndose además una pesada carga laboral, pues para que estos representantes populares funcionen, se les pone, en una dirección, un sub director y un asesor que les haga saber cómo tienen que trabajar de ahora en delante.

De esta manera, resulta que el remedio fue peor que la enfermedad, ya que las administraciones pasadas decían que no tenían dinero y  si muchos salarios que cubrir y la primera acción que realizan los nuevos funcionarios, es duplicar la carga laboral al meter a la nómina a muchas personas desempleadas por compromisos que adquirieron en sus pasadas campañas.

Así, de entrada, quienes dicen ser los servidores públicos en cada municipio, no sirven para nada, no atienden a la población, ni siquiera la reciben en sus oficinas, las que deben estar abiertas para toda la ciudadanía y ponen a los nuevos empleados a cuidar las puertas para no recibir a quienes sienten incómodos, por lo que no cumplen con sus obligaciones de dar la cara a las familias de su localidad, a las que de paso su presidente les dijo que les iban a resolver sus problemas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *