Muchas empresas modestas, de gente muy pobre, como la de este periódico impreso y digital, quedamos totalmente damnificados luego de la devastación provocada por los desbordamientos de los ríos Acaponeta y San Pedro, en el norte de Nayarit. Sucede que la gente que nos apoya, nuestros lectores y anunciantes, quedaron en la vil miseria y por lo mismo, dejaron de pagar la publicidad y las suscripciones, por lo que tuvimos que suspender nuestras ediciones por un corto lapso. Es lógico suponer que continúa la pobreza imperando en esta región nayarita, pero es nuestro deber, como ha sido por más de 46 largos años, el seguir esforzándonos por cumplir con nuestro trabajo, que es el de informar verazmente, lo que hacemos además con gran placer, pues hemos visto a lo largo de esos años, que mucha gente nos prefiere y se identifica con la manera llana con la que hacemos nuestra labor periodística. Volvemos pues a seguir editando este medio, en el que ya cumplimos la misión de sacar a la luz el número 46 de ”Las Calaveras”, que es una sátira que la muerte hace de personajes de la región aún con vida, y aunque todo es broma, mucha gente se siente distinguida cuando salen sus nombres en ese divertido pasquín en el que también se nos involucra a los periodistas, hombres o mujeres. Como todos nuestros paisanos nayaritas, en la actualidad estamos pasando por momentos suma-mente críticos, pues nuestro entorno sigue afectado por la insalubridad y crisis económica que se agudizó con los desbordamientos de los ríos y las inundaciones de nuestros pueblos, pero tenemos que seguir adelante y es lo que estamos haciendo a partir de esta fecha en que retomamos nuestra labor informativa, debiendo tener algunas restricciones debido a la mentada veda electoral, lo que no nos impide señalar los graves errores de quienes nos están mal gobernando y creando más problemas a los golpeados nayaritas, los que debemos decirlo, ya no sentimos lo duro si no lo tupido que nos han golpeado las desgracias, lo que nos hace preguntarnos para qué participamos en los eventos políticos, pues con el tiempo hemos comprobado que lo que está fallando es el sistema gobernante que tenemos, pues a través del mismo solo se nos permite cambiar de dictador, no hay democracia ni llega la justicia para los pobres.