DEL EDITOR: EL GOBIERNO NO ES PATRON , ES EMPLEADO DEL PUEBLO.

En la actualidad,  hemos visto con  gran asombro, que quienes gobiernan nuestros pueblos se sienten amos  y señores, dueños de todo y por lo mismo disponen de los bienes municipales como propios, negando empleo y  servicios a quienes consideran no están de su parte, privilegiando en sus administraciones a familiares y  amigos cercanos.

Un caso que ha levantado mucha polémica en la región de la costa norte de Nayarit, es el de la señora Yolanda Ramírez Sandoval y su hijo, la primera madre soltera que se encuentra en miseria extrema, por lo que sobrevive buscando y  levantando plástico de la basura que la gente acumula en las calles de la ciudad de Tuxpan, y el segundo, un mocetón de 40 años de edad que tiene problemas de movilidad y es epiléptico, a los cuales, las autoridades les han negado todo tipo de ayuda, por lo que no les han querido instalar, en su solar, una llave para que  tengan el servicio de agua potable en su paupérrima vivienda y aunque parezca increíble, a este discapacitado ni siquiera lo han querido inscribir como beneficiario en los programas del Bienestar.

Quienes están ahora en el poder, les han pedido el voto a estos ciudadanos, el que se lo dieron, pues los convencieron con la promesa de que les iban a resolver los problemas que padecen, instalándose una llave de agua en su           domicilio y buscando la manera de que reciban ambos apoyo de las instituciones de gobierno, pero ya en los cargos, les han manifestado que no es posible ayudarlos, que el agua y la instalación del servicio se cobra y se debe llevar a cabo un procedimiento de solicitud, lo que por su falta de conocimiento y dinero no puede realizar esta familia pobre.

En vez de vivir en una democracia, los nayaritas estimamos que vivimos una dictadura o monarquía de 3 y 6 años, pues en este lapso debemos reverenciar y no ofender  ni con el pensamiento a quienes supuestamente pusimos en el cargo para que administrara los bienes de nuestro pueblo, que los cuidaran y utilizaran para nuestro beneficio, no el de ellos, pues por lo regular es práctica común que al llegar a los palacios municipales, las familias gobernantes marginan a todas las familias locales y privilegian a la propia, dándose además a la tarea de despedir de su trabajo a gentes que dicen no son de “su equipo”.

Posteriormente queda de evidencia que mintieron cuando decían que no hay dinero en las arcas de los municipios, ya que quienes arriban a los cargos de presidentes municipales, salen con muchos bienes y dinero en abundancia, por lo que queda claro que se robaron lo que debían dar a sus legítimos dueños, la  gente del pueblo.

Debemos estimar que cuando votamos, lo hacemos para poner en el poder a una persona que va a trabajar en el beneficio de todos los ciudadanos que representa, no de sus amigos íntimos y familiares, por lo que es la ciudadanía quien debe mandar, ya que somos nosotros quienes pagamos sus elevados sueldos con nuestros impuestos, por lo que no les pedimos ningún favor si no que les exigimos cumplan con el trabajo que les dimos al llevarlos al poder.

Otro de los señalamientos que se le hace a la gente del pueblo, es que se debe respetar la investidura de los funcionarios públicos, lo que resulta irrisorio cuando esos representantes populares no respetan a los ciudadanos, a los que subajan, les niegan sus derechos y les roban lo que les corresponde por ley.

Los nayaritas debemos tener siempre presente la cultura de la denuncia, más ahora que se tiene como herramienta el internet y plataformas como el Faceboot, a través de las cuales debemos manifestarnos de manera permanente entendiendo que una de las libertades esenciales para remediar todos los abusos de poder, es la de expresarnos libremente.

Además, para servir a la sociedad, hay que señalar a sus enemigos y las lacras que se aprovechan de la misma provocando caos y emprendiendo acciones que nos dividen porque saben que a río revuelto hay ganancia de pescadores, y para esto cuentan siempre con un equipo de incondicionales, por lo regular rateros y sinvergüenza de su misma calaña, los que cubren las espaldas de los bandoleros que por lo regular llevamos al poder, de ahí que siempre decimos que con las elecciones, los mexicanos siempre cambiamos un tirano por otro igual o peor.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *