El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, logró que se aprobara, por ley, que la presencia militar en tareas de Seguridad Pública en México, se prolongue hasta el año 2028, por lo que seguiremos viendo al Ejército llevando a cabo tareas que corresponden a la sociedad civil.
Debemos entender, para esto, que las fuerzas armadas en nuestro país, son una institución que se rige con sus propias leyes, que tienen muchos intereses y enorme fortaleza, pues tienen gran potencial en armamento y material de guerra y combate, lo que en no pocas ocasiones, a lo largo de la historia de nuestro país, han utilizado los altos mandos, para imponer decisiones dentro de la autoridad civil.
En los últimos cien años, los mexicanos hemos visto con enorme simpatía a los integrantes de las fuerzas armadas, institución que hemos fortalecido aportando familiares cercanos, sin embargo, reconocemos que no pocos militares han provocado dolorosas tragedias al matar estudiantes, luchadores sociales y gente de nuestro pueblo, además que algunos altos mandos han sido corrompidos por criminales y gobiernos extranjeros a los que les han prestado servicios que sirven a sus intereses.
El Ejército y la Marina, son vistos por los mexicanos como nuestro máximo orgullo, más cuando sus integrantes llevan a cabo tareas de rescate y auxilio a la población civil en casos de desastres naturales y tragedias de gran magnitud.
Por ese gran cariño y enorme respeto a soldados y marinos, a los mexicanos nos duele que ahora utilicen estas instituciones de seguridad nacional para fines meramente partidistas y que buscan la continuación de un modelo de gobierno que a la fecha, ha dejado mucho que desear.
De paso, se ha incrementado, en mucho, el poder que tienen las fuerzas armadas en nuestro país, lo que podía hacer que más de algún militar de alto rango buscara, en un futuro cercano, encabezar el gobierno de nuestra República, lo que es además, totalmente válido, aunque estamos seguros que habría marcado rechazo de muchos compatriotas, quienes no queremos regresar a la época en que México estaba totalmente militarizado.
Con López Obrador los militares han estado a cargo de muchas tareas que antes eran destinadas a los civiles, pues los soldados se han hecho cargo de la construcción de vías, férreas, carreteras, caminos, canales de riego y la seguridad en municipios y en los estados a lo largo y ancho del país, desplazando a trabajadores y empresas locales y extranjeras.
Por esta razón, también son muchos los gobiernos de otros países que ven con marcada preocupación que en México se de tanto poder a los militares, por lo que han recomendado a nuestro gobierno que haga que los soldados y marinos regresen a los cuarteles, que se de ocupación a los civiles en la tarea de seguridad pública y construcción de obras, ya que el principal argumento que da el gobierno de la República para ampliar la presencia de las fuerzas armadas en tareas de seguridad, es que con esto se pretende lograr que regrese la paz al país, cosa que no ha sucedido a la fecha y por el contrario, el baño de sangre que hay a lo largo y ancho de nuestra Patria, se ha intensificado en los últimos días.
Es más, contrario a lo que se supone debía suceder, la presencia de los militares en las calles ha incrementado los crímenes y desapariciones, al grado que se habla que tan solo en lo que va de este sexenio, se han registrado más de cien mil mexicanos, hombres y mujeres, que no han sido localizados, por lo que se supone que sus cuerpos permanecen en las muchas fosas clandestinas que existen en todo el territorio nacional.
Según los expertos, el que haya paz y seguridad en nuestro país, es tarea de la sociedad civil, por lo que se debe reforzar, capacitar y armar debidamente, a las policías federales, estatales y municipales, sobre todo a éstas últimas corporaciones que están actualmente relegadas y rebasadas, por mucho, por las bandas de la delincuencia organizada, a las que no pueden oponérseles y son también cientos de policías los que han sido privados de la vida, a pesar de que en todos los municipios del país tenemos la presencia de militares fuertemente armados, lo que evidencia que la estrategia de seguridad nacional actual no sirve para nada.