EL OJON. “Perro que da en tragar huevos aunque le quemen el hocico”. Dicho popular mexicano.
Personaje conocido con este mote llamado el Señor Don Alfonso Ramírez Arias.
Afirmamos en nuestro escrito pasado que éste sujeto es por naturaleza un vulgar ratero, y que en su estructura mental manifiesta peligrosas confusiones de personalidad, puesto que, de ser persona trabajadora y honrada y jornalero, de lobo para a ser Caperucita Roja, y se convierte peligroso delincuente, y al viejo estilo de la mafia siciliana a toda costa quiere demostrar su poder, sustentado en su enorme riqueza de dudoso origen, hace y deshace a su gusto lo que le viene en gana, sin someterse a ninguna Ley más que la de sus huevos, cosa que dice y grita a los cuatro vientos.
Pretendemos con estas afirmaciones defendernos de sus peligrosas embestidas, ya que por su incultura e ignorancia, en un arrebato de cólera puede poner en riesgo la integridad física de cualquier ciudadano sin importarle de quien se trate, la amenaza la hizo vía telefónica.
Si a firmamos que es un ratero es porque es ratero, cosa que podemos demostrar aquí y en China y en cualquier parte del planeta, a la hora y lugar que señale, porque tenemos los pelos de la burra en la mano.
Llega desde Campton California a sembrar el terror a San Vicente junto con sus personeros, todos especialistas en éstas prácticas.
Leíamos en la prensa nacional del delincuente preso en el penal de Ciudad Juárez y de su nivel de peligrosidad sanguinaria, puesto que a sus víctimas las asesinaba arrancándoles la cabeza, se trata del que traía un parche en el ojo, y que fue abatido en su fuga por las fuerzas del orden.
EL OJON es aún más peligroso y sanguinario puesto que pretende matarlos arrancándoles la cabeza con todo y espinazo, según se consigna en el expediente penal que tiene instaurado es la Agencia del Ministerio Público de Rosamorada.
La sociedad en su conjunto debe tomar debida nota de quien verdaderamente es ésta alimaña víbora prieta y tepocata, pues llega a demostrar con impunidad y prepotencia su nivel de soberbia, arrogancia y fuerza bruta, haciendo escarnio con los más débiles, sin que haya autoridad una que lo someta.
Seguiremos informando. (I. P.).