Debido principalmente a la falta de interés de las nuevas generaciones y el que en la actualidad los gobiernos municipales del norte de Nayarit no quieren invertir recursos en dar sana recreación y esparcimiento a las familias de esta región, se ha perdido ya, de manera irremediable, el festejo de los carnavales, con los que nuestros antepasados buscaban acabar con el mal humor.
Era común en el pasado que la gente se alistara para participar en “El Martes de Carnaval”, en el que había desfile, música, quema de castillo de luces, toro y finalizaba con la quema del mal humor.
Venía luego “El Miércoles de Ceniza”, con lo que se iniciaba “La Cuaresma”, tiempo en que los viernes de todas las semanas se evitaba el consumo de carnes rojas, privilegiando el consumo de pescado, mariscos y verduras, degustando en esta temporada de algunos dulces caseros como “Capirotada” y otros por el estilo.
Se debe recordar que en los carnavales participaba toda la sociedad y se llevaban a cabo eventos culturales, de certámenes de belleza e incluso de mofa a los vecinos menos agraciados, pues alguno de éstos era seleccionado para ser coronado como “Rey Feo”, todo dentro de un marco de sana alegría que hoy, desgraciadamente, hemos perdido a lo largo y ancho de la región del norte de Nayarit. (FOMA).