DEL EDITOR: MERECIDAS VACACIONES.

Nos vamos ya de vacaciones, y hay que decir que son merecidas no solo para nosotros, que todo el año trabajamos duro para llevar la noticia a nuestros miles de lectores, pues en la página del Facebook, nos han compartido infinidad de veces, cientos de miles,  y de manera impresa, seguimos circulando en esta región del norte de Nayarit.

Los mexicanos comenzamos a celebrar la semana santa desde el domingo de Ramos, el que cae en esta ocasión en el 2 de abril y de ahí nos vamos hasta el viernes santo, que es el último de la cuaresma, teniendo el sábado que solemos decir que es el de gloria, para concluir el domingo 8 de abril, el que se nos dice es de Resurrección.

Más allá de la cuestión religiosa, estos días han sido, tradicionalmente, para que las familias de los trabajadores se relajen, descansen, vayan juntos de paseo y en nuestro estado, donde contamos con muchos destinos de playa de mar, ir a disfrutar de las frescas aguas del océano Pacífico, y quienes por alguna razón no pueden acceder a estos sitios, aprovechar  las playas de los ríos  y arroyos para ir de día de campo, lo que es aprovechado, además, para hacer  bonitos festejos.

Para la mayoría, la semana santa es motivo de unas merecidas vacaciones, sean obrero, patrón, empresario, agricultor, ganadero o realices cualquier otra actividad, debiendo trabajar horas extras las gentes que atienden a quienes descansan.

En estos días vemos mucha actividad en todos los destinos turísticos, tanto en los grandes hoteles que hay en todos los puertos de nuestro país como en las humildes ramadas, duplicándose también las jornadas para quienes se encargan de llevar a cabo los viajes a los vacacionistas, por lo que vemos atiborrados las centrales de autobuses, aeropuertos y en los pueblos, los humildes choferes de autos de sitio no se dan abasto.

Por esta razón, hay  una enorme derrama económica en  todos los destinos turísticos de México, lo que beneficia también la débil economía de algunos municipios que tienen playa de mar o son paso obligado hacia los mismos, como es el caso de Tuxpan o Ruiz, en nuestro estado.

Esta bonanza en época vacacional, ha hecho que se reconozca al turismo como una de las más grandes empresas en el mundo, habiendo naciones o estados, en el caso de nuestro país, que dependen económicamente de esta actividad, como Guerrero, Quintana Roo, Chiapas, y más recientemente se destacan Nayarit y Jalisco, estados que comparten una región de costa sumamente bella y con construcciones modernas que atraen al turismo internacional.

La gente humilde de nuestro pueblo, busca la manera de ir en familia a disfrutar de la tradición estar juntos en un lugar donde haya agua y playa, llevando alimento tradicional, el de  todos los días, pero muchas ganas de divertirse y reafirmar los lazos que unen a amigos, conocidos y parientes cercanos, por lo que es importante ir a estos lugares en esta época del año, pues tenemos la ocasión de saludar a infinidad de conocidos, muchos de los cuales viven fuera de los pueblos de donde son originarios y  otros tantos que han emigrado a otros países, sobre todo a los Estados Unidos.

Estos son días, para la mayoría, de paseo, diversión y  convivencia, por lo que aún cuando hay quienes no nos gustan las aglomeraciones, decidimos salir y viajar decenas o cientos de kilómetros, para estar en algunos sitios donde sabemos, se concentra la mayoría de nuestros conocidos, con los que solemos pasar horas de amena charla o para darles un saludo.

Claro que en  todo esto tiene que ver el dinero que tenemos disponible para gastar, por lo que la gente de nuestro pueblo suele decir que conforme es el sapo, es la pedrada que se necesita, por lo que es posible que optemos por estar en las humildes ramadas que se levantan para atender al turismo local en el pueblo donde tenemos residencia, en nuestro caso, Tuxpan o Ruiz, lo que no les quita importancia o reduce la alegría que nos produce estar en un lugar pegado a las aguas del río San Pedro, aun cuando se nos ha criticado porque decimos que estas son playa de los pobres, lo que no se debe tomar como ofensa, pues también lo humilde suele ser hermoso y producir tanta satisfacción como el estar en un hotel de cinco estrellas.

 

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