Nunca como ahora, la libertad de expresión, derecho de todo ciudadano se había visto tan amenazada en México, ya que cualquier comunicador, político y gente común y corriente que haga la más mínima crítica al gobierno federal se le ataca de manera perruna, es exhibido y de paso, quienes están en el poder, lo exponen a que sufra alguna agresión de los muchos fanáticos que tiene ahora el partido en el poder, MORENA.
Eso es en el ámbito político, y en lo personal, el manifestarse libremente a través de las herramientas modernas, las redes sociales, acarrea también reacciones en contra del manifestante, ya que muchos vivales forman grupos de seguidores e incondicionales para que respondan con enorme agresividad a los denunciantes o críticos de esos personajes.
Por si estos problemas y riesgos no fueran suficientes para los profesionales de la comunicación, ahora los líderes de opinión y los periodistas se deben cuidar de no toca ni con el pétalo de una rosa, a quien diga que es parte de la delincuencia organizada, o que tiene un familiar cercano como sicario, halcón o de algún simple mandadero de un integrante más o menos fuerte de las muchas bandas de la delincuencia organizada que están presentes en todo el territorio nacional.
Quienes tenemos bastante experiencia en esta labor informativa y de crítica a funcionarios y malos representantes tanto de la sociedad como del gobierno, no recordamos época tan aciaga para el medio periodístico en México, aunque sabemos por lo que hemos leído de otras naciones, que el atacar o reducir la libertad de expresión, es la antesala de las dictaduras, remontándonos también a la época del General Porfirio Díaz, en la que cualquier crítica al régimen era duramente reprimido, tanto que costó la vida y el destierro de los Hermanos Flores Magón, periodistas impulsores de la Revolución Mexicana.
En la última década, en nuestro país han sido asesinados decenas de compañeros periodistas y hay muchos que se han exiliado a otros países, principalmente a los Estados unidos, con lo que han salvado la vida, aunque ahora están lejos de la patria que los vio nacer, lo que es mejor que estar dos metros bajo tierra.
Obviamente en nuestro país aún no hace crisis esta represión a la libertad de expresión, principalmente porque la nueva dictadura que se pretende implantar, se basa en la experiencia que tuve por más de 70 años el PRI, partido que movilizaba a las masas controladas por sindicatos y organizaciones obreras, campesinas y empresariales, dándole atole con el dedo a los integrantes y ahora, se les entrega dinero constante y sonante, lo que vuelve muy popular a cualquiera, más si se trata de un político de carrera que sabe hablar y convencer a la gente.
Debemos tomar muy en cuenta que los mexicanos estamos gobernados por un sistema político que favorece a los ricos, que a los pobres siempre les ha dado puro jarabe de pico y unas cuantas sobras, que el pastel entero se destina a la gente que tiene mucho poder y enormes recursos económicos y que para que eso cambie, se debe implantar otro régimen más justo, el que sea dirigido por los trabajadores y no por políticos de carrera que jamás han devengado un salario porque nunca han ganado el dinero con el sudor de su frente.
Tal y como lo ha advertido el presidente Andrés Manuel López Obrador, el problema que más nos afecta en nuestro país en la actualidad, es la enorme corrupción que hay en nuestra sociedad, lo que se ha agudizado en estos últimos años y que ahora amenaza la seguridad de todos los mexicanos, pues estamos a merced del régimen gobernante y de los grupos violentos y criminales.
Y esta situación se debe dar a conocer a todos los compatriotas que tienen la obligación de adquirir conciencia de la realidad más allá de los fanatismos ideológicos, partidistas y religiosos, pues estamos en el umbral de que se desaten muchas desgracias en México, por lo que lo primero que debemos rescatar es la plena libertad de expresión para denunciar toda la corrupción y podredumbre en la que estamos inmersos, por lo que debemos retomar la cultura de la denuncia y de la dispersión de ideas que nos ayuden a entregar a nuestros hijos una Patria libre y justa para todos.