Los mexicanos sabemos lo que representa vivir al lado de una nación poderosa, rica, que ve con cierta incomodidad al vecino pobre, el que para colmo de males tiene gente que busca hacer daño hasta en su propia casa.
Y es que en nuestro país, los mexicanos mal nacidos han provocado que el territorio nacional se reduzca, que nos invadan grandes potencias, incluyendo desde luego a nuestros vecinos norteamericanos con quienes hemos tenido en el pasado serios problemas que muchos compatriotas desean olvidar y hacer que esos agravios no produzcan rencor en nuestra gente, pues la mayoría de nuestros connacionales gustan de vivir en paz.
Sin embargo, a lo largo de nuestra historia hemos tenido muchos traidores, Judas que han vendido la Patria al mejor postor y hasta hubo quienes provocaron que se volviera a tener monarquía en nuestro suelo, época de enorme vergüenza para quienes lucharon y dieron la vida por la independencia nacional.
En la actualidad, existe una enorme división entre los mexicanos y hay quienes de manera cobarde y sin el más mínimo amor por México, buscan crear un conflicto que involucra de nuevo a los Estados Unidos, pues esperan que ese país tenga un poderoso pretexto para llevar ante un juez del vecino país al actual presidente de la República, al que acusan de tener tratos con narcotraficante mexicanos que están siendo requeridos por el gobierno yanqui.
Esta temeraria denuncia, ya está creando serio conflicto en nuestro país, pues los enemigos de la Patria buscan tapar el camino, a como de lugar, a lo que se ha dado en llamar “La Cuarta Trasformación de México”, proyecto del que es líder indiscutible el licenciado Andrés Manuel López Obrador.
Las decenas de millones de mexicanos bien nacidos, no vamos a permitir una intromisión de ese tipo en la política interna de nuestro país, pues si bien no compartimos ideales con quienes apoyan la intención de llevar a cabo el mantener al frente del país a un grupo de personas ambiciosas que quieren eternizarse como gobierno, nunca vamos a permitir que se ultraje la dignidad de la Naciòn tratando como vulgar delincuente a un jefe o un jefe de la Naciòn, ya que en todo caso y si se comprobaran que cometieron delitos graves, deben ser juzgados en nuestro país.
Obviamente en el pasado muchos mexicanos buscamos y pedimos que se llamara a cuentas a ex presidentes de la República criminales y rateros, como fue el caso de Gustavo Díaz Ordaz, de Luis Echevarría Alvarez, de traidores del tamaño de un Vicente Fox, de sinvergüenzas como José López Portillo y viciosos y criminales como Felipe Calderón “El Comandante Borolas”, o que se investigara el por qué se privilegió a extranjeros en el sexenio de Ernesto Zedillo.
Esos mexicanos mal nacidos, los que buscan que se involucren en nuestros asuntos gobiernos extranjeros, saben que en un futuro no lejano podríamos tener en nuestro suelo un conflicto bélico como el que hoy viven los palestinos, los que están siendo masacrados por el poderoso imperio de Israel, nación cuyos habitantes padecieron en el pasado el holocausto provocados por los nazis, quienes buscaron exterminarlos como raza, lo que ahora se hace en la franja de Gaza, allá en el Medio Oriente.
Por eso debemos procurar que este proceso electoral que ya està en camino no nos divida a los mexicanos, los que, por el contrario, debemos buscar fortalecer los ,lazos de amistad y buena vecindad con nuestros vecinos del norte y también con los del sur, dándoles todo el respeto que se merecen y demostrándoles que somos un pueblo unido en el que son los ciudadanos quienes buscamos ese anhelado cambio de gobierno, uno en el que tenga como meta el respeto e integridad de todos los seres humanos, los que de paso lleguen a vivir como hermanos, con la comodidad y seguridad que da la justa repartición de la riqueza, un cambio obviamente, hacia la izquierda.