Este mes de la paz y la alegria, los mexicanos hemos alzado la voz para pedir el milagro de acabar con la violencia y la criminalidad en el país, pues al parecer solo la intervención divina puede lograr este deseo, pues las autoridades no han podido terminar con este flagelo ni con la guerra declarada por el ex presidente Felipe Calderón y tampoco dio resultados la estrategia de los abrazos y no balazos de Andrés Manuel López Obrador.
Hoy la presidenta de México, Claudia Sheinbáum Pardo, y el Secretario de Seguridad en el país, Omar García Harfuch, dieron a conocer una estrategia más para bajar la violencia y el crimen en México, consistiendo la misma, en involucrar a la sociedad para ir visitando casa por casa en todo el país, principalmente en los lugares donde haya más enfrentamientos violentos y derramamiento de sangre, para dar atención sobre todo a los jóvenes, material humano del que se surten los grupos de la delincuencia organizada en México.
La intención es totalmente noble, pues es la miseria, marginación y falta de oportunidades, junto con la corrupción en el país, lo que provoca esta escandalosa violencia que puede llegar, incluso, a provocar una intervención de los Estados Unidos, pues el alocado presidente electo de ese país, Donald Trump, amenaza con intervenir militarmente en México para detener a estos peligrosos delincuentes.
Algunos grupos de religiosos tambièn manifestaron su deseo de entablar plática con los cabecillas de estas bandas criminales para pedirles que hagan una tregua, que no cometan más crímenes, secuestros, desapariciones y extorsiones, cuando menos durante este mes, más específicamente en la celebraciòn de la Virgen de Guadalupe, posadas, Navidad y Año Nuervo.
Esos sueños guajiros, al igual que las visitas casa por casa, no van a provocar que los delincuentes cesen sus cruentas actividades, pues como dicen en esta región del país, “no es por ahí, María”, pues lo único que entiende una persona que está ya totalmente al margen de la ley y protegiendo su vida y libertad de manera violenta, es la fuerza de la ley.
Las autoridades tienen todo para pacificar el país, más el gobierno actual que manda y tiene pleno control en los tres poderes de la Unión, por lo cual, tiene asegurada la aprobación de cualesquier estrategia que implique ir con todo en contra de estos grupos para someterlos y como sucede actualmente en El Salvador con el repetido gobierno de Nayib Bukele, poner tras las rejas a todo ciudadano que quebrante la ley y atente contra la seguridad de la población civil o las instituciones.
Un estado mexicano fuerte y decidido a lograr que haya total paz y seguridad, contará, además, con el apoyo de la gran mayoría de compatriotas, pues en verdad estamos cansados y temerosos de la enorme fuerza y poder de estos grupos criminales, los que provocan tragedias a lo largo y ancho de nuestro país.
Y es que ya se ha buscado de muchas maneras pacificar nuestra Nación, o cuando menos que bajara tanto crimen y violencia, y nada ha dado resultados, faltando solamente que haya una policía eficaz que sea capaz de llevar ante los jueces toda clase de delincuentes, que no haya impunidad y que el Poder Judicial, impomga castigos ejemplares a quienes cometan delitos de alto impacto en nuestra sociedad.
Que no logre salir tan fácilmente de la cárcel un criminal, extorsionador, el que secuestre o desaparezca a otro ser humano, que envenene con drogas a la juventud y que se evite en todo lo posible, el que nuestra juventud se pierda al no acudir a las universidades y escuelas para obtener una profesión, pues la ignorancia también nos ha hecho mucho daño, quizá más que la corrupción, pues al no tener una adecuada educación, nos confunde y damos apoyo a los políticos que nos han llevado a esta terrible situación de total ingobernabilidad en México.