
Por fin vimos en las noticias una nota de los compañeros periodistas en la que informan a la sociedad que elementos de la Fiscalía del Estado llevaron a cabo, en días pasados, la detención de 20 personas sorprendidas en actividades ilícitas, (venta de droga), en los municipios de Bahìa de Banderas, Tepic y Santiago.
Porque sucede que desde hace décadas la población nayarita denunciaba que habìa delincuentes en todos los poblados de la entidad cora, los que llevaban a cabo actividades ilícitas en la vía pública, a plena luz del dia, teniendo total impunidad e incluso la protección de las mismas autoridades locales que ponían como pretexto para no cumplir su trabajo, que los delitos cometidos por estos delincuentes no eran de su competencia, como si el ciudadano no supiera que la obligación de los cuerpos de seguridad es la de intervenir para detener a los delincuentes cuando éstos son sorprendidos en flagrancia.
En los últimos años, incluso, las familias nayaritas constatamos que las corporaciones policíacas colaboraban con muchos delincuentes, que en el caso de los humildes agentes municipales, les quitaban radios y teléfonos celulares, armas de fuego y los mandaban a vigilar exponiendo incluso su vida al no contar ni siquiera con la manera de pedir ayuda a sus compañeros en caso de alguna emergencia.
El mensaje a la sociedad era claro, los ciudadanos no contaban para nada, la estrategia del gobierno era la de no molestar en lo más mínimo a las poderosas organizaciones delincuenciales, cuyos integrantes se pasean aún por estos pueblos como Pedro por su casa, lo que crea un ambiente sumamente peligroso y hasta mortal para la gente de bien.
Según Parece, el actual secretario de seguridad en México, Omar García Harfuch, está llevando a cabo otra estrategia en el combate a la delincuencia organizada que ya no tiene nada que ver con los abrazos, no balazos, del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, y por eso ahora en Nayarit vemos el cambio, más de los tiempos en los que padecimos la era de terror que encabezó el narco fiscal Edgar Veytia, el que ahora es colaborador de la DEA en los Estados Unidos, país de la que tiene nacionalidad.
La sociedad mexicana en general estamos cansados y hartos de tanto crimen, impunidad y corrupción, padeciendo además total repudio y rencor en contra de los gobiernos cómplices culpables de que el luto y dolor se haya extendido a todo lo largo y ancho de nuestro país, pues hasta en los rincones más apartados de nuestra Patria ha llegado la violencia, delincuencia y los crímenes más atroces que ni siquiera nos podemos imaginar.
El alcohólico y truculento Felipe Calderón Hinojoza decretó, de manera absurda, una guerra en nuestro territorio nacional, en la cual, el enemigo que debía atacar estaba dentro del mismo sistema y gobierno, por lo que no hubo justicia para el pueblo, el que proporcionò cientos de miles de víctimas mortales.
Este problema de inseguridad y violencia se agudizó más en el sexenio del inútil y corrupto Enrique Peña Nieto y los escándalos por tanta corrupción prosiguieron y los criminales sumamente fortalecidos por este gobierno dieron feroz batalla con Andrés Manuel, el que buscò otras alternativas para apaciguar el país sin resultados positivos, lo que fue evidente para todos los mexicanos que aplauden el que este presidente haya tomado otras medidas con programas sociales a favor de los mexicanos que menos tienen.
Hoy, con la primera presidenta de México, Claudia Sheimbáum Pardo, se toma la decisión que la mayoría de nuestros compatriotas pidieron todo el tiempo, que por encima de todo se aplicara siempre la ley, que no hubiera impunidad para nadie, que se llevaran a cabo detenciones y fueran juzgados todos los delincuentes, que se castigara y apartara de la sociedad a todo el que trasgreda la ley, y al parecer, eso está ocurriendo ya en Nayarit y en todo México.