6 de Noviembre 2013.- Este lunes, luego de la entrada por el sur de Sinaloa de la tormenta tropical “Sonia”, la región del norte de Nayarit fue azotada por fuertes tormentas, las que se sintieron hasta el estado de Durango, haciendo crecer esta precipitación pluvial de manera desproporcionada el nivel de las aguas del río san Pedro, las cuales amenazaron con inundar la ciudad de Tuxpan, la cual quedó incomunicada por la carretera a Peñas, yendo a dar gran cantidad de agua a las tierras bajas por el vado que existe ahí.
Cabe mencionar que las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Isaías Hernández, el director de Protecciòn Civil municipal y estatal, el secretario general de Gobierno, licenciado José Trinidad Espinoza y otros representantes personales del gobierno del estado, estuvieron atentos al desarrollo de estos acontecimientos dentro del ayuntamiento, contando con la presencia del Ejército mexicano y auxiliando permanentemente a la población.
Se dice que incluso en la presidencia municipal coquera se tuvieron varias reuniones, ya que por indicaciones del gobernador Roberto Sandoval se estaba dando todo el apoyo a las familias locales para evitar desgracias, habiendo asistido incluso el alcalde de Rosamorada Ángel Calvillo, estando alertas las autoridades con el crecimiento del nivel del río.
Con lo que no contaron estos funcionarios, fue que en la ciudad de Tuxpan algunos vecinos tomaran iniciativas propias, como hizo alrededor de las 8 ó 9 de la noche el señor Rafael Evencio González González, de 83 años de edad y quien es conocido como “El Güero Churrero”, el cual tiene un corral con vacas, un caballo y cerdos por la salida oriente del bordo de protección y el cual al ver una de sus reses arrastrada por la fuerte corriente del río, se lanzó sin ninguna protección en un caballo a salvarla, siendo el corcel y él arrastrados por las broncas aguas.
Hasta el día de ayer no eran localizados los cadáveres de “El Churrero” y su fiel montura, lamentando las autoridades esta desgracia que no fue prevista, ya que nadie en sus cabales es capaz de retar a un río embravecido como hizo este vecino de Tuxpan, el que además era sumamente apreciado y conocido por sus vecinos.
(Nota de FOMA).