30 de Marzo 2014.- Un lunes 30 de marzo de 1954 por la mañana, fue acribillado a balazos el líder agrarista y luchador del campo Crispín Zamorano Durán, conocido a la fecha popularmente como “El Prieto Crispín”, el que era nativo de la ciudad de Tuxpan y estaba avecindado en el poblado de Villa Hidalgo, municipio de Santiago.

      “El Prieto Crispín” nació en la ciudad de Tuxpan el día 4 de diciembre de 1909 allá por el populoso barrio de Pueblo Nuevo y según nos han contado que siendo niño sus papás se fueron a vivir a Santiago, Ixcuintla, ciudad en la que estudió la escuela primaria, y como era un niño muy inteligente, sus familiares lo llevaron a proseguir sus estudios a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, donde cursó la secundaria y posteriormente la carrera profesional de Tenedor de Libros, lo que hoy es conocido como Contador Público.

      Se cuenta que al morir su mamá, Crispín tuvo que regresar a Nayarit, entrando a trabajar a la Hacienda de “El Carleño”, en el municipio de San Blas, donde se desempeña en labores del campo y encargado de la tienda de raya, siendo ahí donde conoció de cerca la lamentable situación en que vivían los campesinos, los cuales eran explotados de manera criminal y objeto de todo tipo de injusticias.

      Se cuenta que por esta situación, en la primera oportunidad que tuvo “El Prieto” se enlistó junto con otros campesinos en el programa de reparto de tierra, el que era promovido por el presidente de la República General Lázaro Cárdenas, siendo parte del ejido “El Nuevo”, el que hoy se conoce como Villa Hidalgo.

      “El Prieto Crispín” pronto chocó con los caciques de la época, pues encabezó la lucha porque se abrieran las fronteras del estado para la venta de granos básicos, los cuales eran acaparados y pagados de manera miserable por los poderosos terratenientes apoyados por el gobernador Gilberto Flores Muñoz, habiendo sido objeto de varios intentos de asesinato de los que logró salir bien librado y desde entonces portaba una pistola para su defensa personal.

       Se comenta que en la fecha en que fue asesinado este personaje mártir del agrarismo, gobernaba el estado José Limón Guzmán, quien fue impuesto por Flores Muñoz, quien incluso había tenido contacto con “El Prieto Crispín” para hacerlo desistir de su lucha.

      Crispín Zamorano era hombre previsor e inteligente por lo que no era fácil liquidarlo, solo que éste cometió el error de confiarse de uno de sus protegidos de nombre Enrique Díaz, al que hizo ejidatario de “El Nuevo” y su compadre, habiendo comentarios que éste fue quien lo entregó a los judiciales que lo emboscaron y mataron a balazos cuando iba en un macho rumbo a su parcela.

     La noticia de este crimen se conoció en Tuxpan al medio día de ese lunes, luego que el dueño y fundador de la radiodifusora XEUX de Tuxpan, Salvador Herena Benitez difundiera la noticia a través de la radio y el director de “El Heraldo de Tuxpan”, Teodoro Araiza Barrón sacó una edición extra sobre el alevoso asesinato de este líder agrarista.

     Se comenta también que “El Prieto Crispín” estaba consciente que el gobierno finalmente lo mataría, y por lo mismo en vida pidió a su familia que si lo llegaran a asesinar colocaran su tumba atravesada en el panteón, pues aún de muerto se quería atravesar al gobierno que explotaba a los campesinos.

     Se comenta también que a la fecha siempre hay gente del pueblo que visita la tumba de este luchador agrario, en el que depositan flores y le hacen saber que aún con su sacrificio, a 60 años de distancia, las familias del campo nayarita siguen explotadas y humilladas por la gente de dinero y los poderosos empresarios. (Escribió: Alex Aréchiga).