31 de Agosto 2014.- Una charla con la Sra. Rosa Matilde Hernández Moreno, fundadora y primera presidenta de los clubes de la Tercera Edad. -Señora cuéntenos de su experiencia como fundadora de este organismo. -La fundación de los clubes de la tercera edad se dio el 26 de junio de 1982. Cuando se presentó el Acta Constitutiva. En ese entonces estaba como Gobernador el señor Emilio M. González; y a iniciativa de un grupo de señoras motivadas por la señora María Eugenia Espriu de Delgado, en aquel entonces esposa del Diputado federal Celso Humberto Delgado Ramírez. La señora Espriu tuvo la brillante idea de organizar el Club de la Tercera Edad a través de grupos voluntarios, y esa gran actividad social que desarrollamos dio fruto, se consolidó a los años de una manera institucional. Empezamos como un grupo local y llegó a cimentarse por todo el estado; empezamos con Compostela, con Acaponeta, Santiago, y principalmente Tepic.
-¿Quiénes fueron las fundadoras? -Quisiera mencionarlas a todas, pero una disculpa si se me olvida alguna; de las fundadoras recuerdo a la señora María Eugenia Espriu de Delgado, María Elena Lora de Torís, Raquel Jiménez, Aurelia López Sánchez; y he de mencionar a alguien muy importante, también fundadora, la Senadora Margarita Flores Sánchez. Recuerdo a Esperanza de Rivas Allende esposa del Presidente Municipal de Tepic José Manuel Rivas Allende, Esperanza como Presidente del DIF Municipal en aquel entonces, quien nos ayudó muchísimo a la causa. Todas éramos un equipo de trabajo. Fui la primera presidenta durante bastante tiempo como 5 años hasta que llega a la gubernatura el licenciado Celso Humberto Delgado.
-Y continúan con el proyecto. -Sí, usted sabe que hasta la fecha cada administración lo ha ido consolidando pero quiero destacar que en la actualidad el señor Gobernador Roberto Sandoval y su esposa Ana Lilia López de Sandoval, han hecho todo lo posible por apoyar y consolidar los trabajos de la Tercera Edad que redunda en beneficios para los adultos mayores.
-¿Cuántas personas iniciaron el Club de la Tercera Edad? -Éramos 25 mujeres, y recuerdo también que en aquel entonces hubo un gran baile para marcar los inicios de los trabajos del Club de la Tercera Edad, fue en unos de los salones del Hotel Fray Junípero. Un evento en el que se invitaron a los socios fundadores, entre ellos personas muy relevantes de la localidad, como el Ingeniero Mengibar. Como socio honorario estaba don Emilio M. González, que por cierto nunca aceptó ser de la Tercera Edad. Poco después empezamos a trabajar, a reclutar a los ancianos de la Tercera Edad. En el dichoso evento que le cuento se dieron a conocer los lineamientos y estatutos del Club, gente como Silvia Lirios, nos dividimos en voluntarios, y los socios fundadores quienes nos dieron la patadita para iniciar los trabajos: las voluntarias recibimos cursos para apoyar a la gente de la tercera edad, cursos de geriatría con maestros que vinieron de México para capacitarnos. Primero tuvimos nuestras instalaciones en el ex Convento de la Cruz, un lugar que nos prestaron las autoridades en funciones, donde presentamos la primera convocatoria de la Tercera Edad, y llegaron más de 100 personas de la Tercera Edad en esa primera convocatoria, y tuvimos que improvisar para apoyar con los trabajos de inicio, las señoras que sabían cantar o que tenían habilidades para algo pues se incorporaban para realizar actividades con los ancianos. Después de durar un tiempo en el Ex Convento, nos cambiamos al famoso ICANAY, el centro cultual donde nos apoyó el maestro Enrique Hernández Zavalza que era director en esa dependencia. Así fue creciendo la Tercera Edad con mucha gente, primero en Tepic y luego por todo el estado; una de las pilares para la organización fue Lupita Márquez de Pimienta en Compostela, ella trabajó Bahía de Banderas, entonces era todo Compostela.
-¿De qué manera se les ayudaba a los adultos mayores en aquel tiempo? -Le voy a ser franca, en aquel entonces estuvimos 5 años sin nada de presupuesto, trabajábamos a base de voluntad social, y si llegaba el Día del Anciano, algún aniversario, era salir a pedir apoyo a las señoras voluntarias. Pero en ese entonces no había ayuda como despensas, no considerábamos a los ancianos como gente que tenía necesidad de un apoyo económico, porque ellos no iban a pedirnos apoyo económico, ellos querían terapia.
-¿En el gobierno de don Emilio M. González inició este proyecto, pero cómo se consolidó finalmente?
-Conforme van pasando las administraciones se va consolidando para hacerse una institución, ahorita es el famoso INAPAM, donde ya tienen presupuesto federal, el Gobierno del Estado les ayuda. Pero yo le puedo informar de lo voluntario, los trabajos fueron maravillosos, en equipo en unidad, y la sociedad nos respondía regalándonos para nosotros dar a la gente; pero nosotros dábamos lo que más necesitaban los ancianos, dábamos atención a sus emociones, afecto y buen trato.
-Cuando Celso Humberto Delgado Ramírez llega a la Gubernatura de Nayarit y con su esposa la Primera Dama María Eugenia Espriu como fundadora de su organización supongo que les fue mejor en el Club de la Tercera Edad.
-Ahí es donde ya surge una interrelación entre federación y estado para apoyarlos, pero aún seguían los trabajos voluntarios; la organización se consolidó firmemente en otros gobiernos, con Rigoberto Ochoa, con el gobierno de izquierda Antonio Echevarría donde no paró el apoyo; pero aquí lo que hay que hacer hincapié es cómo se concretó un trabajo social voluntario de personas de buena voluntad, que finalmente dio frutos a favor de las personas mayores que en ese entonces, 1982 estaban marginada y discriminadas; teníamos un lema que todavía lo recuerdo: “Integrar al anciano a procesos activos y productivos para la sociedad y su familia”. Esa palabra “anciano” se fue modificando porque había un movimiento con Euquerio Guerrero en el Distrito Federal que él era el que presidia el INSEN en ese entonces, el Instituto Nacional de la Senectud, el que manejaba el organismo rector, el que lo conducía de manera autónoma, ese organismo es el que vino a motivarnos acá por medio de la señora María Eugenia Espriu. Euquerio tenía la finura y la manera para actuar a favor de los adultos mayores pues hasta hubo un decreto para empezar a integrar a la sociedad los derechos para la Tercera Edad, hoy la Tercera Edad está en el manual de Derechos Humanos.
-¿Cómo estaba integrado el Club de la Tercera Edad en su organigrama, eran voluntaria acaudaladas? -Había voluntarias que eran las obreras, y voluntarias honorarias que eran las que de vez en cuando nos apoyaban, pero había gente de todo, de todos los extractos sociales, había de élite y recuerdo a una Adelita de Escalona, gente relevante que nos apoyó, también nos apoyaba el club Rotario, y gente modesta que echaba la mano. Tantas mujeres hermosas que nos ayudaron.
SIDEBAR: Merecen una vida plena: Margarita Flores En Compostela, Margarita Flores asistió como invitada especial a la celebración del 30 aniversario del Club de la Tercera Edad, acompañada de Lupita Márquez de Pimienta, una gran mujer que inició el club en el municipio, en donde estuvieron presentes sus hijos orgullosos por los logros alcanzados por su dedicación y entrega, así como de María Eugenia Spriu de Delgado, quien inició en el estado con la formación de estos grupos.
“Me siento muy orgullosa de estar presente, ya que en estos grupos del club de la tercera tuve la oportunidad de iniciar trabajando, en apoyo a los grupos vulnerables”, manifestó la Senadora al recordar que fue parte de las organizadoras del primer club de la tercera edad en Nayarit, donde se unieron a la noble causa grupos voluntarios.
El Club de la Tercera Edad tiene la finalidad de hacer sentir productivos a los adultos mayores del municipio que adquieren aptitudes, para ayudarlos a mejorar sus ingresos y su calidad de vida, señaló la Senadora por Nayarit, al mencionar que todos los miembros de las familias nayaritas merecen una vida plena, y llena de alegrías