Caminando hace unos días por la plaza principal de Tepic, pasé por un paralibros en donde se exhibían en el suelo, diversos libros para leer gratuitamente, me paré, me llamó la atención uno, lo tomé , era de León Tolstoi, escritor ruso, ¿De dónde viene el Mal?, de la editorial Educal, bellamente ilustrado y traducido al zapoteco, lo tomé y me senté en una banca y lo leí, se resumía más o menos así:
Obviamente, los mexicanos debemos respaldar la política que emplea el
gobierno del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador para
enfrentar la propagación del Coronavirus en México, y a nivel local, estar del
lado del gobernador, Antonio Echevarría García en las acciones que lleva a cabo
para proteger la salud y vida de las familias nayaritas.
Hoy estamos de luto en esta empresa periodística, esto por la muerte de nuestro amigo Enrique Solís Guerra, a quien conocimos toda la vida, ya que se desempeñó como voceador y reportero de esta casa editora por muchas décadas, llegándole la jubilación cuando su hijo Benito Solís Ortega, Magistrado del poder Judicial en Nayarit, se lo llevó a vivir a su lado a la ciudad de Tepic.
Como reguero de pólvora corrió la mañana de ayer la noticia del repentino
fallecimiento del ex diputado federal, ex dirigente estatal del PAN y quien
fuera hasta hace poco Secretario de Desarrollo Rural (SEDER), del gobierno del
estado, Rafael “El Lobo” Valenzuela Armas.
Sorprende gratamente el que haya gente en
Tuxpan que en verdad demuestra amor por el terruño, como es el caso del
profesor y ex diputado local David Estrada Cervantes “El Cheto”, el que
pudiendo estar en Tepic en alguna oficina del gobierno de su amigo Toño
Echevarría, prefiere andar tras las vacas flacas en su rancho, a lomos de su
caballo y con su gente, como representante del gobernador en asuntos del campo.