Los jóvenes que en 1968 teníamos 20 años de edad, somos testigos de la crueldad del régimen del criminal ex presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz, el que en aras de proteger al país del comunismo, junto con los grupos más reaccionarios y cobardes de nuestro país, no se tentaron el corazón para cometer uno de los crímenes que más nos aterran a la fecha, la matanza estudiantil del 2 de octubre, y vimos cómo cínicamente, unos cuantos meses más tarde, el sátrapa aceptaba la responsabilidad de este evento cruel y desafiante al inaugurar los juegos olímpicos de ese año en México. Seguir leyendo DEL EDITOR: 10 DE JUNIO, LUTO PARA MEXICO.