Manuel tendría los veintitrés años, ella unos diecisiete, eran vecinos y se conocían desde niños, sus hermanos y primos eran muy amigos de él, ella era hija de un agricultor y él de un trabajador del campo también, Manuel al quedar huérfano, se dedicó al oficio de mecánico y los juegos infantiles quedaron atrás para dar paso a otras prioridades, su amistad era pues una de las más sólidas. Seguir leyendo Del libro «Los cuentos de Bravonel» «Era guapa la Cristina»